Forastera

Apareció así, como si nada. La vi un día en el jardín y era extraña, diferente; tan distinta a los ejemplares que ordinariamente brotan, que llamó mi atención y consiguió que la capturase en algunas fotos.
Las bolas que tomé por frutos no se miraban muy agradables, y de pronto hasta temí que incubasen monstruos o que fuese pariente cercano de la Venus Atrapamoscas. En fin, una rareza...
Hasta que una mañana la contemplé de nuevo y descubrí que había cambiado.
Afortunadamente, todavía le quedaban un par de ejemplares de muestra; los suficientes para hacerme comprender mi torpeza.
Mi única disculpa es que no crecí en región algodonera jajaja.