Que en tu vida exista siempre un cielo por descubrir,
Que, más allá de las nubes que ocasionalmente aparezcan, prevalezca el azul infinito de la esperanza y la determinación para obtener tus sueños
Que, si existen nubes, éstas reflejen fielmente el brillo de la luz del sol y conviertan tu cielo en un paisaje maravilloso y tu camino en una eterna aventura.
Que exista siempre para ti el brillo de la estrella más grande y hermosa del firmamento, para que, si la oscuridad llama a tu puerta, no tengas miedo y la enfrentes con decisión e inquebrantable fe, sabiendo que la luz que te acompaña es inextinguible.
Que cada día se para ti el comienzo de una nueva vida, de la construcción de un destino grande y único.
Que siempre resida en tu corazón la seguridad de que no te encuentras solo, sino que existen almas a tu alrededor que te aman, que comparten tus sueños y que esperan verte alcanzar tus metas y conseguir la felicidad.
No te atrevas nunca a retroceder
No te atrevas jamás a darte por vencido
Y, por sobre todo, jamás dejes de amar...
Porque el amor, es el único poder en este universo, que te convertirá en un ser invencible.
A ti, que estás del otro lado, reservando unos minutos de tu tiempo para leer mis locuras, te deseo lo mejor y ruego a Dios por tu felicidad. Gracias por tu tiempo, por tu silenciosa compañía. Gracias... por existir.
Foto: Portal en la Basílica de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos,
San Juan de los Lagos, Jalisco, México. Navidad de 2008