2010-09-20

Karl

,
Su nombre es bastante atractivo; pero mucho me temo que a ningún jarocho le parece así ahora.

No lo viví de cerca porque andaba por otro rumbo del país. De él, sólo ví las nubes mientras recorría el camino de regreso a casa y la desolación en cada imagen nueva que aparece por internet, radio o televisión.

Karl: un categoría 3 con lluvias que parecieron de categoría 4 que impactó las costas de mi bello y amado estado cuando todavía se estaban contabilizando los daños de otro fenómeno y Tlacotalpan continuaba anegada...

Tenemos por lo menos 20 ríos nuevos, dijo el gober de chocolate. Mientras en algunas partes del mundo se quejan de falta de agua dulce...a nosotros nos cayó el equivalente de la lluvia que se precipita sobre el estado en 5 años en apenas unas horas.

¡Chin%ón el asunto! ¿No? ¡Un veradero Pu%azo al pueblo jarocho!

¿Qué tenemos?

-Aproximadamente un millón de damnificados (una cifra de muertos menor a 20, aunque próxima a acrecentarse con las decenas de desaparecidos y, por supuesto, se espera que nunca se revele el dato real porque, en este inmenso territorio ¿Quién va a reportar desaparecida a una familia completa que fue arrastrada por el agua?)
-Comunidades enteras que necesitan ser reubicadas
-Miles de personas albergadas
-117 Municipios declarados en Estado de Emergencia (Cifra equivalente al 68% del territorio.
-Afectaciones severas en 204 de los 212 municipios
y además...
- ¡280 cocodrilos sueltos!

En resumen: Miles de Hermanos que lo perdieron a-b-s-o-l-u-t-a-m-e-n-t-e todo.

Ya lo dicen por muchos lados pero voy a repetirlo: donen, donen, donen: revisen su armario, su despensa, cualquier cosa, por pequeña que sea, puede servirle a otro ser humano.

SE NECESITAN:

pañales para niños y adultos,
toallas femeninas
jabón de tocador
detergente
cuerdas de rafia o mecate
bolsas de plástico
sandalias nuevas
lámparas de mano y baterías
impermeables y paraguas
productos de limpieza como: cubetas, escobas, recogedores y jaladores
alimentos enlatados
agua embotellada
arroz
leche en polvo
café soluble
azúcar y medicamentos
leche EN POLVO para bebés en diferentes etapas.
Ropa en buen estado

DONATIVOS MONETARIOS:

Cruz Roja Mexicana:
Bancomer
Cuenta no. 0404040406 Sucursal 683
Banamex
cuenta 3030 de la sucursal 100, a nombre de Fomento Social Banamex, A.C.

ALGUNOS CENTROS DE ACOPIO

Todas las delegaciones de la Cruz Roja en el país
Lista de artículos que recibe la Cruz Roja: Agua, Azúcar, Latas de Atún y sardina, Alimento para bebé, Puré de Tomate, Sal, Mayonesa, Sopa de Pasta, Arroz, Frijol en lata o en granos, Mermelada, Pañales para bebé, Aceite, Chiles enlatados, Café Soluble
DF, Hidalgo, Oaxaca, Puebla
varios
USBI Poza Rica
Los designados por los respectivos ayuntamientos


INFORMACIÓN SOBRE PERSONAS QUE HABITAN EN LAS ZONAS DE RIESGO

Llamar al: 01800 777 9999

LINKS

Proyectos MX En este se puede donar en línea


¿Porqué me puede tanto justo esto?

No sólo por ser jarocha y porque me entristece mucho ver a personas en desgracia -sea esta de cualquier tipo que sea- sino porque de la memoria no se me ha borrado aquella tragedia de:

EL 99'

En un instante, durante la tarde, salí de la universidad, despistada y sin saber nada, me dirigí a la facultad de idiomas, en Vicerrectoría Zona Poza Rica- Tuxpan y ahí encontré la noticia que las clases estaban suspendidas por la entrada de un fenómeno meteorológico. Minutos después estaba intentado abordar un taxi y descubrí que ninguno quería llevarme a una parada de autobús que se localizaba apenas a una docena de cuadras de donde me encontraba: "No señorita, mejor váyase en un autobús a ver si todavía corren, porque no podemos pasar, el agua ya está muy alta". Creo que ahí fue donde me dió susto, y le hice caso al chofer y me trepé en el primer urbano que encontré, para entonces había comenzado a llover copiosamente y el agua ya había subido más de medio metro en las calles donde se localizaba la parada para tomar el autobús de regreso a mi pueblo. Por fortuna pude abordar uno que enseguida pasó por ahí. Cruzamos el puente sobre el río cazones, que se encontraba increíblemente crecido y de ahí, en más de veinte kilómetros de recorrido por carretera todo fue lluvia y agua corriendo por donde quiera que hallaba paso, una inmensa laguna.

Al amanecer del siguiente día la pregunta espeluznante fue "¿No fuiste hoy a Poza Rica? ¡Está todo destruído! ¡Todo!". Después siguió la suspensión de clases por muchos días, la angustia, el conocer una historia tras otra de supervivencia y terror:
- Las 70 personas de una comunidad que sobrevivieron varios días en el techo del segundo piso de una casa gracias a que tenían comida (la carne de un cerdo que habían matado para un bautizo que se realizaría al día siguiente) y un tanque de gas. Dijeron que alimentaban a los niños y que ellos recolectaban el agua de lluvia y de ahí hacían café para pasar el día. Por la noche escuchaban los gritos de la gente que pasaba arrastrada por la corriente, durante el día no sólo los escuchaban, sino que los veían, sin poder ayudarlos de ninguna manera...
- O la historia de las personas que fueron arrastradas y consiguieron aferrarse a las copas de los árboles a donde permanecieron hasta que descendió el agua...
- O la familia entera (no sé si fueron 12 ó 17 miembros) que fue sepultada por un alud de lodo en alguna comunidad de la sierra...


Luego, cuando las cosas comenzaron a "normalizarse", tuvo lugar el reencuentro con compañeros y amigos que vivían en zonas de riesgo, las formación de brigadas de auxilio, la recolección de víveres y las extenuantes jornadas en los centros de acopio para hacerse de despensas, cobertores, ropa y otros productos básicos (Aunque a veces los responsables se quejen, siempre creo que es mejor buscar, en especial entre la ropa: es inútil que te entreguen un costal de ropa inclasificada porque probablemente no te sea útil ¿Te va a servir una bolsa de ropa para niño si en tu familia sólo hay adultos?) en mi caso, conocía a los damnificados y sabía qué les podía servir y qué no, así que esa fue una de mis tareas, intentar encontrar algo útil para no desperdiciar el resto, recuerdo que mi más preciado hallazgo fue un cartón lleno de cobertores ¡Nos emocionamos tanto! Recuerdo que dijimos ¡Esto sí les sirve! ¡Hasta de colchoneta para dormir los pueden usar!. Y es que es realmente desesperante cuando la necesidad es inmediata y haces fila hasta cerca de la media noche a medio empujones con una lista de diez familias damnificadas y ver que te entregan una despensa y un cobertor por familia completa y eso en un sindicato respetable y que cuenta con recursos. Es desesperante la falta de comunicación, de información, de agilidad en la entrega de recursos, en circunstancias así cualquier sistema se ve rebasado.

Y lo peor y al mismo tiempo lo mejor: ver a los rostros de tus amigos y escucharlos narrar cómo escaparon a tiempo de su casa, o cómo caminaron por entre calles con el agua hasta la cintura o el cuello o cómo tuvieron que esperar a que llegara el ejército con cuerdas para rescatarlos de un segundo piso a donde el agua ya llegaba al metro y continuaba subiendo sin parar u oír cómo ellos a su vez oyeron gritos desesperados de las personas que arrastraba el agua y que no pudieron salvar... Saber y escuchar todo eso y descubrirlos a salvo, aunque con enormes carencias materiales, es, créanme, lo mejor y lo peor. Lo peor porque te sabes impotente para solucionar todos los problemas que se les vinieron de trancazo, impotente al ver cómo su esfuerzo de años o más bien de toda una vida fue arrasado en un día, impotente hasta para restituirles la única foto que guardaban de la abuela, o el cassette de colección que compró hace veinte años de su grupo favorito (porque a veces esas cosas no valen mucho económicamente, pero ¡como duele perderlas!). Lo mejor porque descubres corazones tan enormes que sólo puedes sonreír con ellos por saberlos vivos, por saber que pronto estarán de pie nuevamente.

Aún recuerdo la cara de felicidad de un amigo cuando le llevé unos pantalones (no sé si eran tres o cuatro) que localicé entre la ropa que conseguimos en el centro de acopio: "¡Me quedaron todos! ¡Toditos para mí!... ¡porque mi apá ya andaba alrededor del sillón como ave de rapiña pero no le quedó ninguno!"

...

Sí...

No importó que eran usados, o si eran o no "de marca"... importó que tenía algo para él, de nuevo...

Luego, vino un jefe de familia a recoger su despensa y le mostramos el cartón con los cobertores. Era el primero que llegaba y había un cobertor prácticamente nuevo, de más calidad, que bien pudo tomar, pero lo dejó y dijo: "Este me sirve porque es más grande", y se llevó otro que se veía bastante más usado...

...

Sí...

La gente necesitada no es "gandalla"

La esperanza de aquel par de momentos es algo que jamás se me borrará del corazón y que quiero compartirles hoy.

¡Ánimo Veracruz! ¡Nosotros podemos!



La Warri ^_~

PD:Por cierto y hablando de esperanza, tampoco olvidaré jamás la sonrisa emocionada de una amiguita de la universidad, cuando nos vimos después de la inundación; me dijo: "Cuando nos evacuaron alcancé a aventar tus revistas a la parte de arriba del clóset ¡Y el agua se quedó en el borde! ¡A unos centímetros! ¡No les pasó nada!"...

Le había prestado mis atesorados mangas y creo que en aquel momento no me atreví a decirle que me alegraba saber que estaba bien y que unas pinches revistas valían madre y es que, la verdad, me sentí recontraespecial: que una persona se muestre toda emocionada por haber salvado unas revistas ajenas, a pesar de que ha perdido casi todas sus cosas... ¡No tiene precio!

¡Eso es espíritu y no fregaderas! Grandeza de alma a todo...




Imágenes: Tlacotalpan, Karl, Poza Rica.

0 comentarios to “Karl”

 

Planeta de Rosas Copyright © 2011 | Template design by O Pregador | Powered by Blogger Templates