Ocurrió que andaba yo echando un vistazo a mi cada vez más inmenso y desorganizado archivo fotográfico en busca de imágenes para las actualizaciones del mes y topé con esta fotografía:
Se trata del altar de la catedral de Huejutla, Hgo; un edificio con claro sello de misión franciscana que siempre me fascina y al que procuro pasarme siempre, pero siempre, que voy de paseo a ese lugar.
Pero aquí el asunto no es precisamente contarles sobre Huejutla y su catedral (que eso lo haré eventualmente en otro post); sino decirles que, tan pronto ví la imagen me acordé de una poesía. Una poesía que, durante los años de primaria y secundaria siempre estaba presente en los concursos de declamación, en los cuales yo participaba.
¿No se los había contado? Pues sí: resulta que durante todo mi paso por la primaria, la secundaria e incluso la preparatoria fui competidora notable en declamación; aún ahora puedo recordar las fases de preparación para los concursos, las discusiones por la elección de poesía, el montaje de la mímica y la voz, y luego la competencia en sí: la emoción del sorteo preliminar para determinar los turnos, las eliminatorias, las premiaciones, los intercambios durante los eventos con los demás competidores no sólo de conocimientos y trucos, sino también de nuestros respectivos poemas y es que, un buen concursante sabe que es tan importante su desempeño como el mensaje con el que intentará conmover al público; así que pronto aprendí a sonsacar información vital (léase un buen poema), ya que en mis tiempos había una euforia por poesías de las llamadas "de protesta" y resultaban muy difíciles de conseguir y prácticamente costaba sangre, sudor y lágrimas (léase lambisconear al enemigo) hacerse de una.
Entre todo ese ir y venir y al ver ahora esta imagen, vino a mi mente una poesía, una poesía de la cual no me había acordado en años y que nunca faltaba en las competencias y es que, las palabras que contiene son muy conmovedoras y, de entrada, es un buen gancho para despertar la emoción del público, permite, con la disciplina y el talento del declamador, la utilización de un matiz muy especial de voz y, además, debido a su simpleza y a la métrica en los versos es un reto casi insuperable cuando se habla de vencer la tendencia al temidísimo "sonsonete".
En lo personal yo jamás la declamé; porque no me transmitía nada en especial, porque no la comprendía, porque soy enemiga del "sonsonete" (que hasta los campeones utilizan en ocasiones) y porque los asuntos "sentimentales" en declamación siempre me hacen desesperar; sencillamente ¡no consigo nada! ¡en serio! ¡cada vez que me impusieron un poema sentimental para competir acabé por perder en la primera eliminatoria! ¡grrrr! Algo que siempre me parecía curioso es que este poema les llama mucho la atención a los varones que estudian secundaria y preparatoria: si concursan lo eligen para competir y, si son parte del público, ponen mucha atención al declamador.
Lo que también me acuerdo era que, para mí, era agradable ver a cualquier rival en la justa declamarla, porque siempre me provocaba risa y me quitaba los nervios; aún ahora, de acordarme no puedo evitar reírme y es que, me resultaba sumamente gracioso que todos, pero todos, sin importar niveles y épocas, coincidieran en el tipo de ademanes y la tonalidad de voz ¡hasta parecían clonados! ¡hey! ¡no es broma!: me ha tocado ver hasta a algunos maestros muy talentosos siguiendo exactamente el "patrón" para declamarla.
Total que, en lo que a mí respecta, me la aprendí hasta con los énfasis (bastante cómicos) y aún ahora no me atrevo a intentar declamarla porque no me saldría con la emoción adecuada y más bien parecería una sátira; pero en fin, aquí se las comparto, es muy hermosa y sé que no debería de provocarme risa pero... ¡Ni hablar! Ahora que estoy grande sigo pensando que el protagonista es un estúpido que jamás entendió nada ¡Y sólo de acordarme que ví llorar a algunas personas entre el auditorio en aquellos concursos cuando la escuchaban me vuelve a dar un ataque de risa! XDDDDDD:
La Warri ^_~
Se trata del altar de la catedral de Huejutla, Hgo; un edificio con claro sello de misión franciscana que siempre me fascina y al que procuro pasarme siempre, pero siempre, que voy de paseo a ese lugar.
Pero aquí el asunto no es precisamente contarles sobre Huejutla y su catedral (que eso lo haré eventualmente en otro post); sino decirles que, tan pronto ví la imagen me acordé de una poesía. Una poesía que, durante los años de primaria y secundaria siempre estaba presente en los concursos de declamación, en los cuales yo participaba.
¿No se los había contado? Pues sí: resulta que durante todo mi paso por la primaria, la secundaria e incluso la preparatoria fui competidora notable en declamación; aún ahora puedo recordar las fases de preparación para los concursos, las discusiones por la elección de poesía, el montaje de la mímica y la voz, y luego la competencia en sí: la emoción del sorteo preliminar para determinar los turnos, las eliminatorias, las premiaciones, los intercambios durante los eventos con los demás competidores no sólo de conocimientos y trucos, sino también de nuestros respectivos poemas y es que, un buen concursante sabe que es tan importante su desempeño como el mensaje con el que intentará conmover al público; así que pronto aprendí a sonsacar información vital (léase un buen poema), ya que en mis tiempos había una euforia por poesías de las llamadas "de protesta" y resultaban muy difíciles de conseguir y prácticamente costaba sangre, sudor y lágrimas (léase lambisconear al enemigo) hacerse de una.
Entre todo ese ir y venir y al ver ahora esta imagen, vino a mi mente una poesía, una poesía de la cual no me había acordado en años y que nunca faltaba en las competencias y es que, las palabras que contiene son muy conmovedoras y, de entrada, es un buen gancho para despertar la emoción del público, permite, con la disciplina y el talento del declamador, la utilización de un matiz muy especial de voz y, además, debido a su simpleza y a la métrica en los versos es un reto casi insuperable cuando se habla de vencer la tendencia al temidísimo "sonsonete".
En lo personal yo jamás la declamé; porque no me transmitía nada en especial, porque no la comprendía, porque soy enemiga del "sonsonete" (que hasta los campeones utilizan en ocasiones) y porque los asuntos "sentimentales" en declamación siempre me hacen desesperar; sencillamente ¡no consigo nada! ¡en serio! ¡cada vez que me impusieron un poema sentimental para competir acabé por perder en la primera eliminatoria! ¡grrrr! Algo que siempre me parecía curioso es que este poema les llama mucho la atención a los varones que estudian secundaria y preparatoria: si concursan lo eligen para competir y, si son parte del público, ponen mucha atención al declamador.
Lo que también me acuerdo era que, para mí, era agradable ver a cualquier rival en la justa declamarla, porque siempre me provocaba risa y me quitaba los nervios; aún ahora, de acordarme no puedo evitar reírme y es que, me resultaba sumamente gracioso que todos, pero todos, sin importar niveles y épocas, coincidieran en el tipo de ademanes y la tonalidad de voz ¡hasta parecían clonados! ¡hey! ¡no es broma!: me ha tocado ver hasta a algunos maestros muy talentosos siguiendo exactamente el "patrón" para declamarla.
Total que, en lo que a mí respecta, me la aprendí hasta con los énfasis (bastante cómicos) y aún ahora no me atrevo a intentar declamarla porque no me saldría con la emoción adecuada y más bien parecería una sátira; pero en fin, aquí se las comparto, es muy hermosa y sé que no debería de provocarme risa pero... ¡Ni hablar! Ahora que estoy grande sigo pensando que el protagonista es un estúpido que jamás entendió nada ¡Y sólo de acordarme que ví llorar a algunas personas entre el auditorio en aquellos concursos cuando la escuchaban me vuelve a dar un ataque de risa! XDDDDDD:
"El Cristo de mi cabecera"
Autor:Rubén C. Navarro
Cuando estaba solo… solo en mi cabaña,
que construí a la vera de la audaz montaña,cuya cumbre, ha siglos engendró el anhelo
de romper las nubes… y tocar el cielo;cuando sollozaba con el desconsuelo
de que mi Pastora - más que nunca huraña-de mi Amor al grito nada respondía;
cuando muy enfermo de melancolía,una voz interna siempre me decía
que me moriríasi su almita blanca para mí no fuera,
¡le rezaba al Cristo de mi cabecera,porque me quisiera…!
¡porque me quisiera…!
* * *
Cuando nos unimos con eternos lazosy la pobrecita me tendió sus brazos
y me dio sus besos y alentó mi Fe;cuando en la capilla de la Virgen Pura
nos bendijo el Curay el encanto vino y el dolor se fue…;
cuando me decía,loca de alegría,
que su vida toda para mí sería…¡le rezaba al Cristo de mi cabecera,
porque prolongara nuestra Primavera…!…¡Porque prolongara nuestra Primavera…!
* * *
Cuando sin amparo me dejó en la vida
y en el pobre lecho la miré tendida;cuando até sus manos, que mostraban una
santa y apacible palidez de lunay corté su hermosa cabellera bruna*,
que en el fondo guardo de mi viejo arcón;cuando, con el alma rota en mil pedazos,
delicadamente la tomé en mis brazospara colocarla dentro del cajón;
cuando muy enfermo de melancolía,una voz interna siempre me decía
que ya ¡nada! me consolaría,¡le rezaba al Cristo de mi cabecera,
porque de mis duelos compasión tuviera…!…¡porque de mis duelos compasión tuviera…!
* * *
Hoy que vivo solo… solo, en mi cabaña,
que construí a la vera de la audaz montaña.cuya cumbre ha siglos engendró el anhelo
de romper las nubes y besar el cielo;hoy que por la fuerza del Dolor, vencido,
busco en mi silencio mi rincón de Olvido;mustias ya las flores de mi Primavera;
triste la Esperanza y el Encanto ido;rota la Quimera,
muerta la Ilusión……¡Ya no rezo al Cristo de mi cabecera…!
¡Ya no rezo al Cristo … que jamás oyeralos desgarramientos de mi corazón…!
*VOCABULARIO
Bruna: morena.
Autor:Rubén C. Navarro
Cuando estaba solo… solo en mi cabaña,
que construí a la vera de la audaz montaña,cuya cumbre, ha siglos engendró el anhelo
de romper las nubes… y tocar el cielo;cuando sollozaba con el desconsuelo
de que mi Pastora - más que nunca huraña-de mi Amor al grito nada respondía;
cuando muy enfermo de melancolía,una voz interna siempre me decía
que me moriríasi su almita blanca para mí no fuera,
¡le rezaba al Cristo de mi cabecera,porque me quisiera…!
¡porque me quisiera…!
* * *
Cuando nos unimos con eternos lazosy la pobrecita me tendió sus brazos
y me dio sus besos y alentó mi Fe;cuando en la capilla de la Virgen Pura
nos bendijo el Curay el encanto vino y el dolor se fue…;
cuando me decía,loca de alegría,
que su vida toda para mí sería…¡le rezaba al Cristo de mi cabecera,
porque prolongara nuestra Primavera…!…¡Porque prolongara nuestra Primavera…!
* * *
Cuando sin amparo me dejó en la vida
y en el pobre lecho la miré tendida;cuando até sus manos, que mostraban una
santa y apacible palidez de lunay corté su hermosa cabellera bruna*,
que en el fondo guardo de mi viejo arcón;cuando, con el alma rota en mil pedazos,
delicadamente la tomé en mis brazospara colocarla dentro del cajón;
cuando muy enfermo de melancolía,una voz interna siempre me decía
que ya ¡nada! me consolaría,¡le rezaba al Cristo de mi cabecera,
porque de mis duelos compasión tuviera…!…¡porque de mis duelos compasión tuviera…!
* * *
Hoy que vivo solo… solo, en mi cabaña,
que construí a la vera de la audaz montaña.cuya cumbre ha siglos engendró el anhelo
de romper las nubes y besar el cielo;hoy que por la fuerza del Dolor, vencido,
busco en mi silencio mi rincón de Olvido;mustias ya las flores de mi Primavera;
triste la Esperanza y el Encanto ido;rota la Quimera,
muerta la Ilusión……¡Ya no rezo al Cristo de mi cabecera…!
¡Ya no rezo al Cristo … que jamás oyeralos desgarramientos de mi corazón…!
*VOCABULARIO
Bruna: morena.
La Warri ^_~