Por más que te golpee la vida, no te entregues nunca. Dí una oración, pon tu esperanza al frente y arremete.
No te preocupes si en la batalla sufres alguna herida, es de esperar que algo así suceda.
Junta tu esperanza, ármala de nuevo y vuelve a arremeter.
No te preocupes si en la batalla sufres alguna herida, es de esperar que algo así suceda.
Junta tu esperanza, ármala de nuevo y vuelve a arremeter.