Misantla

¡Hay qué ir a Misantla! Fue la invitación; así que, sin más dispusimos el huarache y muy temprano por la manaña nos dirigimos a ese lugar, en la región central de Veracruz, un lugar de recuerdos muy preciados para todos aquellos ligados al Magisterio Veracruzano; especialmente para quienes conformaron las primeras generaciones de la Escuela Normal Rural "Enrique Rodríguez Cano".

A mí en lo personal el viaje en sí es lo que me atrae: la oportunidad de contemplar el siempre exhuberante paisaje Veracruzano por más de tres horas bien vale la pena, incluso con el traqueteo propiciado por el pésimo estado de las vías de comunicación. Sin embargo, pese a que la ruta costera ofrece una mejor opción en cuanto a condiciones de las vías de comunicación yo prefiero el camino "vía San Andrés", por más corto y mucho más delicioso de contemplar.

Ya eran cerca de las ocho cuando tomamos la carretera hacia el Tajín, después de media hora de camino en donde atisbamos las márgenes del río Cazones y algunos extensos naranjales propios de la región, cruzamos frente a la entrada del centro ceremonial más famoso de Veracruz, proseguimos nuestro avance hasta llegar al puente El Remolino que cruza el río Tecolutla, escenario de una de las inundaciones más trágicas y terribles de la historia del Estado. Fue en toda esta ruta, allá por el año 99) donde comunidades enteras fueron arrasadas por la confluencia de tres sistemas de presión que se confabularon para dejar caer la precipitación de todo un año en unas cuantas horas.

Este puente es muy especial para mí y suelo fotografiarlo cada que puedo. Hoy día ya está clausurado, puesto que se ha construido uno nuevo justo al lado, mucho más resistente y seguro, según cuentan. Sin embargo, aún me da nostalgia el puente original; porque era una sensación muy padre cruzar por la estructura de fierro y contemplar el agua corriendo debajo y el paisaje hacia todas las direcciones, además de que sentían las vibraciones producidas por cada carro que lo cruzaba.

Dejando el puente atrás, enfilamos hacia María Latorre para entroncar con la carretera hacia Martínez de la Torre. En una sucesión de desviaciones, porque ya hay libramiento en Martínez, nos conectamos con la carretera que asciende la sierra hacia Misantla, encontrándonos a nuestro paso con los numerosos puentes y lomeríos, vislumbrando ya en la lejanía la sierra donde se localiza nuestro destino. En esta rita es común contemplar sembradíos de "Aves del Paraíso" silvestres (que no son como las "Aves del Paraíso de florería, pero que igual se utilizan para decoración). Los ríos en etapa "joven" son comúnes por acá, y la carretera cruza por varios puentes. Una vez llegados a Misantla, nos topamos con el caos vial característico de esta fecha: es el aniversario luctuoso del líder sindical "Alfonso Arroyo Flores" y hay delegaciones magisteriales de todos los niveles educativos y de todo el Estado. El espacio en el cementerio obvio que tampoco es suficiente y todo es un franco desorden. Nosotros (mis acompañantes y yo) optamos por recargar gasolina en una gasolinera fuera del centro, que dista poco menos de un kilómetro, y ¡tardamos más de una hora haciendo fila en la carretera para volver a entrar al pueblo!¡Ninguno avanzaba! Ni los de ida ni los de venida =P. Pero pude tomar un par de fotografías interesantes que pongo aquí abajo:

Aquí una impresión del embotellamiento

Una foto del letrero de la gasolinera, recortado en la cerca de ficus, =P había visto figuras pero un letrero tan grandote, pues no.

Una mini-pirámide, ignoro si es una ruina bien conservada o es meramente ornamental, porque no pude bajarme a ver si había algún letrero. Apuesto por lo segundo.

Cultural e históricamente hablando Misantla es especial. Como mencioné antes, en este lugar existió anteriormente una escuela normal rural: un internado para jóvenes de escasos recursos que se preparaban para la profesión de Docentes de nivel primaria. Muchos profesores, entre ellos mi padre, guardan interesantes recuerdos de sus días estudiantiles: de sus paseos al río (incluidas las peligrosas crecientes, ya que se trata de un río de respuesta rápida), de sus incursiones en las huertas de los lugareños para robarse unas cuantas frutas, de sus travesuras, y de una larga huelga donde pasaron diversas carencias y tras la cual la escuela fue trasladada a la cd. de Perote, dando fin a las anécdotas de la etapa "Misantla".

Una perspectiva de la Iglesia

Un aspecto del parque principal

Una escultura, en el andador que conduce a la parroquia

El río, que también se ha anotado más de un día negro en la historia del lugar, debido a sus poderosas crecidas (ver el video de abajo).

*** POCITO DE NACAQUINIA ***

Uno de los lugares de visita obligada en Misantla es sin duda el Pocito de Nacaquinia, inmortalizado en una canción y conocido en todo México desde hace décadas. Este pocito, la primera vez que vine, no estaba así: tenía unos malangos rodeándolo con los que uno hacía unos originales cantaritos vegetales para tomar sus aguas; sin embargo, también las inundaciones hicieron lo suyo con este lugar tradicional para los lugareños y tal parece que lo han remozado y restaurado. La leyenda respecto al pocito pueden verla en uno de los videos de más abajo. A un costado del parquecito donde se encuentra, se localiza una escuela primaria donde también recibieron clases en una época los normalistas.

PD: Mientras nos encontrábamos en el embotellamiento, escuché un anuncio: "¡Las escuadras gay de San Rafael y Misantla este domingo!" y me quedé intrigada, preguntándome si habría oído bien y, bueno, no me quedé con la duda y pregunté a unos amigos que viven ahí: "¿qué andaban anunciando? ¿dijeron escuadras gay?" y ellos me respondieron: "¡¡Síiiii! ¡Son los partidos gay! Cobran cinco pesos por entrar y se ponen muy buenos, se divierte uno mucho". Así que, si llegan a visitar Misantla un domingo y no hallan en dónde divertirse =P ya saben el tip.



La Warri ^_~