Nací y crecí en el estado de Veracruz, donde existe una toda una cultura popular alrededor de la política. Aquí la política se respira, se vive, es parte de la cotidianeidad y de ser y quehacer de todos. Es parte del folclor, vamos.
Al contrario que por otros rumbos del país (y lo digo con conocimiento de causa), acá los tiempos de campañas electorales, en especial cuando se disputan las presidencias municipales, son intensos: plagados de incidentes, de diálogo y discusiones entre todos por igual, desde el viejito que está por ahí nada más sentado y alegando con todo el que ve pasar, hasta las amas de casa (¡que terminan por "desgreñarse" o "agarrarse del chongo", literalmente) y los estudiantes (incluso entre los de secundaria o primaria que todavía ni derecho al voto tienen, pero que ya muestran inclinaciones hacia tal o cual candidato jeje). Total que resulta inevitable, más aún con las campañas mediáticas que se realizan en la actualidad, enterarse de todo y verse inmuscuido de una u otra forma en el ambiente que se genera.
En esta ocasión, me ha parecido que la cosa fue aceptablemente tranquila por mis rumbos, ya que en otras ocasiones ha existido un ambiente más tenso y violento; así que fui a un cierre de campaña, lo confieso, atraída por cierto sentimiento de nostalgia y es que, como buena jarocha los cierres de campaña forman parte y han estado presentes en mi vida entera:
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Me recuerdo allá por el año 82, en el cierre de campaña de Miguel de la Madrid Hurtado, me parece que fue en Orizaba, caminando de la mano de mi padre (y después sobre sus hombros) entre un montón de gente que hacía mucho ruido; obvio que yo tenía apenas tres años y no sabía ni qué onda, pero de que me acuerdo, ¡me acuerdo!. Hasta tengo una foto por ahí cuando el candidato va pasando Jajaja. Lo único célebre que hizo De la Madrid es pasar a la historia (al menos en la página de mis recuerdos) como el presidente que daba los informes más largos ¡Era una pasada tener que tragarse todo un día de informe en todos los canales! ¡Como si dijera algo interesante el güey!, pero esa es otra historia...
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Luego recuerdo también el cierre de campaña de Carlos Salinas de Gortari (ya sé, ya sé, que no debo invocarlo o las orejas me crecerán jajaja). Fue en el Puerto de Veracruz (¡Of course!), me recuerdo viajando en la camioneta de una comisionada del partido ¡con la caja a reventar de costales llenos de tortas! =9 =9 y al llegar allá fue impresionante, a mis nueve años, mirar tanta gente junta y ver que les repartían cosas (Como a los niños en las piñatas de cumpleaños), también me acuerdo que me cansé de estar parada (llegaríamos como a las diez u once de la mañana y el $%#@/ candidato orejón llegó hasta como a las dos de la tarde ¡Y ni lo ví porque estaba muy chaparro! XD); pero ya no pudimos salirnos porque cometimos la tontería de buscar lugar junto al estrado y con la multitud que se juntó en el malecón, pues ni para moverse ¡mucho menos caminar! Aquel día comí como nadie: dos tortas de huevo con chorizo (de las de los costales), luego unos camarones (cuando los grandes se pararon a almorzar durante el viaje), también un coctelito, luego un par de hot-dogs para aguantar parada XD, además de sabritas, refresco, gansitos y pa´rematar el día unas fabulosas tostadas de pollo que todos me envidiaron (porque de incautos pidieron "pellizcadas" pensando que eran iguales que acá en el norte del estado y resulta que les sirvieron tres gordas con manteca y ¡Sin nada más adentro! ¡Hubieran visto la cara que ponían viendo a mis tostadas! ¡se les caía la baba!). ¡Ah! Eso de viajar con los papás, sin que las mamás vayan ¡resulta! XDDD Total que esa fue mi primera experiencia más "consciente" y lo que más me emocionó fue ver el ambiente festivo: las marimbas, las "batucadas", los mariachis por acá y por allá tocando a todo lo que daba, la gente gritando y bailando, etc...
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Seis años después, a mis quince años, la historia se repetía y ahora sí, me tocó ir como Dios manda: en autobús; y creo que fue la experiencia que más disfruté, a pesar de las incomodidades. Nos subimos al camión y nos leyeron la cartilla: que si no se separen, que allá vamos a llegar y después los vamos a esperar hasta las cuatro de la tarde, que tengan cuidado con sus bolsas porque va a haber mucha gente, etc, etc, etc. Total que nos fuimos y el chofer dijo que iba a regresarse a su casa por un equipo de sonido para llevar música y todos contentos por la idea; después de veinte minutos de camino, en una comunidad a orillas de carretera, se subió un grupo de cuatro jóvenes; el chofer les advirtió que no llevaba asientos disponibles, que iba lleno, pero lo que ellos querían era el "ride" hasta el puerto de Veracruz para ir a la playa y divertirse, así que no les importó viajar más de cinco horas parados XDD. Mi experiencia política se incrementó sobremanera y mi ideología sufrió un reacomodo importante con una pequeña charla que tuve con una señora en los baños de la caseta:
SEÑORA: ¡Va un montón de gente! ¿Verdad?YO: Sí, así se ve.
SEÑORA: También en el mítin de Cuauhtémoc Cárdenas hubo bastante gente (Cárdenas era la neta por aquellos días).YO: ¿Ah, si?
SEÑORA: Y allá no nos llevaron acarreados, fuimos porque quisimosYO (con cara de susto): ¡Ah!¡Qué bien! ¿Y entonces pagaron el pasaje?
(Pequeño paréntesis aclaratorio: no fue a propósito, sino que pensé que si no te llevaban "acarreado" e ibas porque querías, tenías que viajar en autobús normal o rentado y pagar para ir XD, porque como decían que los otros partidos no "acarreaban" gente, yo suponía que no pagaban camiones para trasladarlos... es que en aquella época siempre acusaban al PRI de gastarse el presupuesto federal en los "acarreos" y otras lindezas electoreras XD práctica que no ha cambiado, debo agregar y práctica a la que se ha sumado la totalidad de los partidos ahora que han alcanzado puestos de poder... menos el PAN, claro, porque esos sí son honestos y han impulsado políticas de austeridad, especialmente en los salarios de los funcionarios públicos...cof cof cof) Fin de paréntesis aclaratorio.
Continuando la conversación...
SEÑORA: No, si no pagamos nada: ¡El partido puso todo gratis! Y nos dieron de comer, y también nos regalaron un montón de playeras y gorras y otras cosas...YO: (pensando) "Y si el partido pone los autobuses, las gorras, la comida... ¿no es lo mismo?"
Ya no pude preguntarle a la señora lo que rondaba por mi mente, es decir, la pregunta del millón ("Y si no le pusieran un autobús gratis para ir al cierre de su candidato favorito, ¿Hubiera asistido?"), porque se fue a la carrera porque ya nada más la estaban esperando a ella en su autobús; pero desde entonces comprendí que en el argot político el PRI "Acarreaba" y los militantes de los demás partidos "Iban por su voluntad" "organizando caravanas para trasladarse", el PRI "compraba votos" con despensas y los demás partidos simplemente "hacían proselitismo" atendiendo las necesidades de los ciudadanos...He ahí la democrática diferencia...-_-!
En fin que llegamos al puerto, el responsable nos repitió la hora en que nos esperaba, el número de autobús, el rumbo por el que lo estacionarían y nos dió la bendición y diez pesos a cada uno para que nos compráramos una torta y de ahí cada quién para donde sus pies lo encaminaron.
De nueva cuenta el sonido de las batucadas y la samba fue lo que más me llamó la atención y, bueno, aprendida la lección del cierre del 88, me quedé bien pero bien lejos del estrado, nada más en la fila de espera para ver pasar al candidato (Ernesto Zedillo Ponce de León). El drama del asesinato de Luis Donaldo Colosio aún pesaba en el ambiente, a tal grado que mucha de la propaganda repartida aún llevaba inscrito su nombre en vez de el del nuevo candidato. Total que corrí con suerte y ví pasar a Zedillo y ¡hasta le pude tomar una foto!. Después me fui con una señora conocida a curiosear por los mercados de artesanías del rumbo del malecón (creo que por aquellas fechas eran nuevos o recién remodelados) y después de eso ya apenas nos quedó tiempo para regresar, porque ya eran casi las cinco. Zedillo había llegado como a las cuatro diez o algo así, por lo que no supuse que el encargado esperaría que regresáramos a las cuatro como había dicho... y me equivoqué XD ¡Estaba que echaba chispas porque nada más faltábamos como tres! Cosa que no entendí porque a mi parecer el chiste era ir a ver al candidato; pero en fin, gajes de andar de "acarreado" XDDD
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El cierre del perdedor histórico (Francisco Labastida Ochoa) en el año 2000, no fue como tradicionalmente sucedía, en el estado de Veracruz, sino en Sinaloa, el estado de origen del candidato; así que también hizo un cierre para el centro que fue en el DF, pero ahí ni siquiera me enteré y no hubiera podido ir, porque las clases en la universidad todavía no terminaban. Así que me lo perdí.
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La participación "activa" en la política me dejó de gustar, paradójicamente, cuando cumplí la mayoría de edad; simplemente porque no es agradable, cuando ya tienes derecho al voto, entrar en alegatos estúpidos y escuchar interminables retóricas de los promotores de uno y otro partido y ¡encima! sentir que te miran feo nada más porque PIENSAN que le vas al otro candidato XD ¡Hey! ¡Si hasta el día de las votaciones te miran feo NADAMÁS porque piensan que le vas a dar el voto a otro que no es el suyo! Es bastante desagradable, de verdad, y prefiero simplemente ir a votar y ya. Las campañas políticas en la actualidad también dieron un giro hasta el punto del hartazgo: detesto que no se hable de otra cosa en los medios de comunicación, detesto que haya más comerciales de los políticos que de productos, detesto las guerras de descalificaciones y los ataques sucios y las "oportunas" apariciones en televisión por cualquier asunto estúpido (¿Verdad Peña Nieto?)... El colmo para mí fue ¡ver a Lety la Fea anunciando a Felipe Calderón! ¡Eso para mí sí fue la gota que derramó el vaso! Así que difícilmente sigo una campaña como no sea a través de los medios impresos o el internet, pero de ir a participar ¡Ni hablar! Tratar de hacer entrar en razón a la fanaticada partidista es casi tan difícil como intentar que los aficionados más acérrimos de la selección nacional les entre en la cabezota que los árbitros, la FIFA, las trampas de los argentinos y los tambores africanos no tienen toda la culpa del 3 a 1...-_-!
La Warri ^_~
Al contrario que por otros rumbos del país (y lo digo con conocimiento de causa), acá los tiempos de campañas electorales, en especial cuando se disputan las presidencias municipales, son intensos: plagados de incidentes, de diálogo y discusiones entre todos por igual, desde el viejito que está por ahí nada más sentado y alegando con todo el que ve pasar, hasta las amas de casa (¡que terminan por "desgreñarse" o "agarrarse del chongo", literalmente) y los estudiantes (incluso entre los de secundaria o primaria que todavía ni derecho al voto tienen, pero que ya muestran inclinaciones hacia tal o cual candidato jeje). Total que resulta inevitable, más aún con las campañas mediáticas que se realizan en la actualidad, enterarse de todo y verse inmuscuido de una u otra forma en el ambiente que se genera.
En esta ocasión, me ha parecido que la cosa fue aceptablemente tranquila por mis rumbos, ya que en otras ocasiones ha existido un ambiente más tenso y violento; así que fui a un cierre de campaña, lo confieso, atraída por cierto sentimiento de nostalgia y es que, como buena jarocha los cierres de campaña forman parte y han estado presentes en mi vida entera:
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SEÑORA: ¡Va un montón de gente! ¿Verdad?YO: Sí, así se ve.
SEÑORA: También en el mítin de Cuauhtémoc Cárdenas hubo bastante gente (Cárdenas era la neta por aquellos días).YO: ¿Ah, si?
SEÑORA: Y allá no nos llevaron acarreados, fuimos porque quisimosYO (con cara de susto): ¡Ah!¡Qué bien! ¿Y entonces pagaron el pasaje?
(Pequeño paréntesis aclaratorio: no fue a propósito, sino que pensé que si no te llevaban "acarreado" e ibas porque querías, tenías que viajar en autobús normal o rentado y pagar para ir XD, porque como decían que los otros partidos no "acarreaban" gente, yo suponía que no pagaban camiones para trasladarlos... es que en aquella época siempre acusaban al PRI de gastarse el presupuesto federal en los "acarreos" y otras lindezas electoreras XD práctica que no ha cambiado, debo agregar y práctica a la que se ha sumado la totalidad de los partidos ahora que han alcanzado puestos de poder... menos el PAN, claro, porque esos sí son honestos y han impulsado políticas de austeridad, especialmente en los salarios de los funcionarios públicos...cof cof cof) Fin de paréntesis aclaratorio.
Continuando la conversación...
SEÑORA: No, si no pagamos nada: ¡El partido puso todo gratis! Y nos dieron de comer, y también nos regalaron un montón de playeras y gorras y otras cosas...YO: (pensando) "Y si el partido pone los autobuses, las gorras, la comida... ¿no es lo mismo?"
Ya no pude preguntarle a la señora lo que rondaba por mi mente, es decir, la pregunta del millón ("Y si no le pusieran un autobús gratis para ir al cierre de su candidato favorito, ¿Hubiera asistido?"), porque se fue a la carrera porque ya nada más la estaban esperando a ella en su autobús; pero desde entonces comprendí que en el argot político el PRI "Acarreaba" y los militantes de los demás partidos "Iban por su voluntad" "organizando caravanas para trasladarse", el PRI "compraba votos" con despensas y los demás partidos simplemente "hacían proselitismo" atendiendo las necesidades de los ciudadanos...He ahí la democrática diferencia...-_-!
En fin que llegamos al puerto, el responsable nos repitió la hora en que nos esperaba, el número de autobús, el rumbo por el que lo estacionarían y nos dió la bendición y diez pesos a cada uno para que nos compráramos una torta y de ahí cada quién para donde sus pies lo encaminaron.
De nueva cuenta el sonido de las batucadas y la samba fue lo que más me llamó la atención y, bueno, aprendida la lección del cierre del 88, me quedé bien pero bien lejos del estrado, nada más en la fila de espera para ver pasar al candidato (Ernesto Zedillo Ponce de León). El drama del asesinato de Luis Donaldo Colosio aún pesaba en el ambiente, a tal grado que mucha de la propaganda repartida aún llevaba inscrito su nombre en vez de el del nuevo candidato. Total que corrí con suerte y ví pasar a Zedillo y ¡hasta le pude tomar una foto!. Después me fui con una señora conocida a curiosear por los mercados de artesanías del rumbo del malecón (creo que por aquellas fechas eran nuevos o recién remodelados) y después de eso ya apenas nos quedó tiempo para regresar, porque ya eran casi las cinco. Zedillo había llegado como a las cuatro diez o algo así, por lo que no supuse que el encargado esperaría que regresáramos a las cuatro como había dicho... y me equivoqué XD ¡Estaba que echaba chispas porque nada más faltábamos como tres! Cosa que no entendí porque a mi parecer el chiste era ir a ver al candidato; pero en fin, gajes de andar de "acarreado" XDDD
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Una niña, recitando un pequeño discurso para el candidato. Habría sido excelente de no ser porque lo repitió igualito a como lo grabó para los spots (De los cuales yo, en lo personal, ¡Acabo hasta la M...!). La novedad de esta campaña fue que los candidatos repartieron playeras para peques con el slogan "Si yo fuera grande votaría por...".
Otra práctica muy extendida desde hace varias campañas es la realización de parodias de melodías populares (La versión no es tan mala, pero en mi localidad las camionetas de sonido que pasaban nada más repetían el estribillo todo el día y no la ponían completa, así que ¡también acabé hasta la M... del Waka Waka! Ahora sí que puedo decir: ¡Wakala con el Waka Waka!)
Otra práctica muy extendida desde hace varias campañas es la realización de parodias de melodías populares (La versión no es tan mala, pero en mi localidad las camionetas de sonido que pasaban nada más repetían el estribillo todo el día y no la ponían completa, así que ¡también acabé hasta la M... del Waka Waka! Ahora sí que puedo decir: ¡Wakala con el Waka Waka!)
Lo chistoso de esto fue ver a todos, pero toooodos los fotógrafos solicitándole al candidato una foto con la "Duarte Señal" (¡Vamos para adelante!)
La Warri ^_~