Situado en los límites de Hidalgo y Veracruz en la región huasteca, Huejutla, Hidalgo es un poblado que siempre se antoja visitar. Simplemente en el camino hacia allá, el paisaje se altera y aparecen atisbos de las Serranías huastecas; son los rumbos de Chicontepec, de Chalma, y otros más.
Mientras se avanza por la carretera (estrecha y sinuosa con alguno que otro bache) pueden verse uno que otro plantío de tabaco, con sus hojas de ese particular tono verde brillante que resplandece bajo la luz del sol.
También encontramos, de cuando en cuando algunos ríos, con el caudal medianamente profundo que caracteriza a la zona.
A llegar a la cabecera municipal el centro nos recibe, con su aire pueblerino y añejo. Como casi siempre vamos los domingos encontramos puestos; ya sea de dulces o de comida, apilados entre las bancas; también hay zonas en remodelación, en las que no se puede pasar. Los árboles del parque siguen la tendencia generalizada en la República Mexicana: Ficus de alguna variedad, recortados siguiendo la forma que se le antoje al jardinero y aquélla que su habilidad le permita. Las palmeras son un toque por demás interesante, ya que no es región costera; aunque creo recordar que son comúnes en los parques de por acá, ya que también las he visto en Tamazunchale.
En la plaza central encontramos la torrecilla con el reloj característica del municipio y un monumento cívico (que no tuve tiempo de enterarme a quién estaba dedicado)
Luego, al alzar la mirada, puede contemplar uno la que yo considero la construcción más emblemática de la ciudad (y que, de hecho, es la que más me gusta y que no dejo de ir a visitar cada vez que tengo la oportunidad de ir a Huejutla): su Catedral.
No sé mucho de arquitectura y estilos; pero este templo parece haber visto mejores días; aunque nunca parece haberse visto mejor: es una construcción hecha para durar más que para asombrar, no sé porqué pero me recuerda mucho el estilo franciscano de "misiones". Un campanario similar puede encontrarse en la ciudad de Tantoyuca, todavía en pie, en lo que fuera la parroquia vieja. Un edificio histórico, sin duda, y que atrae la mirada tan pronto uno llega a la plaza central.
Ignoro la fecha de la construcción de la iglesia; pero la cruz que se encuentra en la vía de acceso frontal, erigida para conmemorar el 75 aniversario de la erección de Huejutla como Diócesis, muestra la fecha 1923.
La primera ocasión que visité este templo me sorprendió mucho ver a un obsipo oficiando la Santa Misa. Recuerdo que pensé (con cara de "What?") ¿Esto es una catedral? Y luego, al ver el escudo episcopal situado bajo el crucifijo central, justo sobre la silla principal dije... ¡¡Genial!! Y es que, después de ver en el centro del País iglesias y más iglesias que rivalizaban en riqueza arquitectónica, la verdad la verdad ¡esta me encantó! Como que tiene un simbolismo que va más allá de lo tangible. No le falta nada, y tampoco le sobra; y ciertamente no desmerece: su sobriedad le confiere tal aire que abruma y al mismo tiempo invita a sentirse cómodo y en paz.
Visitar esta catedral siempre es un poco sobrecogedor. Aunque a la fecha todavía no sé si es la catedral o no ya que en el tablero de anuncios aparece un nombre distinto y bueno, de que es sede espiscopal lo es; así que me hago bolas porque no conozco mucho de estas cosas.
Total que, tan pronto uno ingresa por la puerta principal (que es la única que hay para el público), lo envuelve un aire a eternidad que es indescriptible; aquí adentro todo es silencio y quietud y la atomósfera se altera considerablemente, un interesante eco de tiempos remotos se hace presente, y como que la luz brillara más, como que las oraciones ascendieran más rápido hasta el cielo y como que uno espera encontrarse de pronto con Motolinía (Fray Toribio de Benavente) o el padre de las Casas inspeccionando las paredes y con Francisco De Asís barriendo el suelo, mientras algún encomendero con su dama ingresa con pasos lentos... ¡Ah! ¡Ya quiero ir otra vez!
Por cierto, inevitablemente tenía que acordarme de Motolinía ya que este sobrenombre lo tomó Fray Toribio de Benavente porque en dialecto significa "El que es pobre". Cuentan que, al llegar él junto con otros failes franciscanos a la Nueva España, en su fatigoso trayecto a pie hasta la ciudad de México, al cruzar por Tlaxcala escucharon que los indígenas se referían a ellos con este mote y Fray Toribio, después de indagar lo que significaba, decidió adoptarlo para sí.
Siguiendo con Huejutla, y después del paréntesis histórico-divagativo, debo decir que otra cosa que me gusta mucho es que la misa de mediodía es en dialecto; Huejutla es una región con alto porcentaje de población indígena. Es hermoso escuchar los himnos en lengua autóctona y también el sermón del padre al que toca el turno de oficiar la Santa Misa (¡me asombra cómo hasta consigue hacer bromas y contar chistes!). Cierto día fui con suerte y conseguí grabar algunos fragmentos, sólo como curiosidad:
En fin, espero que les haya parecido interesante; lo que sí es que la única palabra que logré pescar fue "Toteko" que, supongo, querrá decir "Señor" o mejor "Dios", aunque la utilizan para referirse a "Jesucristo" la segunda persona de la trinidad, porque al rezar el Padrenuestro, los escuché decir "Tatatoteko" (Tata es como decir anciano, o mayor, creo yo, así que Dios Padre sería como decir Señor o Dios Padre). En fin que soy una pasa para las lenguas... creo que tendría que ir todos los domingos a misa, durante medio año para conseguir aprenderme las oraciones principales. U_u
Dejando atrás la Catedral (aunque duela), uno puede encaminarse a visitar el mercado local. Los domingos es día de plaza sobre ruedas (conocida acá como "tianguis"), así que hay de todo: ropa, mochilas, electrodomésticos, artesanías, muebles, semillas y forrajes (por estos rumbos es común comprar por "litros" en vez de por kilos), carnes (por acá es popular todavía la carne tasajeada, vendida por vara), animales, zapatos, abarrotes, verduras, frutas, y otros productos del campo exclusivos de la región aptos sólo para paladares locales como "mesís" "berros" "chonacates" y "flor de la sierra" (unos hongos amarillo-naranja) =9... Aquí les dejo unas fotos:
¿Cuántas tonalidades puede tener el maíz?
El vendedor de tinas y detrás las gallinas, amarradas por las patas, de a dos en dos, para que no se escapen XD
Enchiladas. Las venden en la pared lateral de catedral, frente al parque, de a peso cada una; para los que no somos quisquillosos y amamos la tortilla son una excelente y económica elección =9 =9 =9 ñami, ñami. Y para los nacos fresas que nada más comen en restaurante, también está la especialidad de la región: "el Platillo Huasteco" (Cecina frita, una pieza de pollo frito, un poco de chorizo, acompañado con ensalada y enchiladas de chile seco, chile verde, rojas, y de pipián -sí: una enchilada de cada salsa- y para acompañar la comida una deliciosa agua de jamaica y como postre unos plátanos fritos con crema y queso).
Y luego a bajar de la sierra, camino de la costa y fin de un excelente día.
La Warri ^_~